Es la pregunta que muchas veces he repetido últimamente, porqué escribir, cuál es la necesidad. 
Comenzar, después de muchos años de no hacerlo, tengo que decirlo, ha sido muy difícil; pero, bueno, aquí estoy desafiándome y desafiando mi destino.

Entonces, por qué escribo:

Escribo para escucharme.
Para saber lo que mi mente piensa.
Para ver si me contradigo o no estoy de acuerdo con lo que escribo.
Sólo para sentir que estoy vivo. Es decir, sentir que, aún mi alma piensa.
Escribo para leerme, aunque sea sólo el último aliento de mi ser racional.
Escribo por la necesidad de escribir.
Escribo porque sencillamente existo.
Escribo porque el tiempo se puede ir.